Transformando el campo de fútbol: crónica de un superintendente en Lengskeping

Ya dejé la construcción, ahora soy superintendente de Lengskeping. Aquí vamos a chapear todo lo que es este campo de fútbol, que quede bonito porque los estudiantes ya van a venir a la high school, o sea al colegio, sin entender lo que es high school. Ahí tengo lo que es a mi chalan, anda cortando todo lo que es el césped, después voy a pasar yo por ahí con un rastrillo, levantando todo el sucio que él va tirando, porque es huevón y no le quiere poner una bolsa a esa chapeadora. Luego de todo eso vamos a ir allá atrás y vamos a limpiar esos árboles, todas las hojas que ya han tirado el árbol, todo eso lo vamos a limpiar. Ya está próximo a comenzar la escuela, aquí comienzan las clases mañana, ya mañana los estudiantes a clases y ya las madres descansan. Ese compa que ven ahí, la compañía le anda pagando 45 dólares la hora, relajaditos, subido en esa máquina, en esa chapeadora. Ustedes saben, estos madres trabajan ahí relajados, nada de que por contrato ni nada. Miren, relajaditos.