Muy buenos días, gente. Repetir conmigo. Me importa tres cojones lo que opine la gente de mí. ¿Sí? Repítelo, repítelo. Me importa tres cojones lo que opine el resto del mundo de mí. ¿Sabéis por qué digo esto? Porque muchas veces la mayoría de nuestros sueños, la mayoría de nuestras acciones las tenemos limitadas al pensamiento de los demás. Nosotros ponemos nuestra felicidad en manos del qué dirán, del qué dirán el resto de la gente. Cuando eso no nos debe de importar nada. Esto lo vas aprendiendo con los años. Al principio uno siempre está prohibido de qué dirá la gente y demás y según van pasando los años…